Los Yacimientos
“En el año 61 a. C., JulioCésar fue nombrado gobernador de la Hispania Ulterior, y con el pretexto de erradicar las rapiñas de vetones y lusitanos, emprendió actuaciones militares entre el Duero y el Tajo para conseguir que abandonasen los poblados fortificados, ubicados en zonas altas de la sierra, y “bajasen al llano” y además prohibió la construcción de fortalezas”. Este decreto obligo a los pueblos a abandonar las posiciones fortificadas y descender a zonas controladas por las legiones de SPQR, siendo el “Cerro de Castillejos” un ejemplo de estos poblados, con cultura y costumbres Vetonas pero con un inicio en los procesos de romanización, que llevarían más tarde a la desaparición del pueblo Vetón.
Disperso por el “Cerro de Castillejos”, encontramos una serie de elementos de gran peculiaridad, siendo sin duda el más interesante el conocido como “Tumba de la princesa”. Esta Tumba antropomorfa, con una alineación aproximada Este/Oeste, ha sido excavada en la superficie de un bolo granítico, del cual se han rebajado los laterales, a fin de destacar la estructura de la tumba.
En el entorno asociado al “Cerro de Castillejos”, encontramos más representaciones de tumbas antropomorfas en distinto estado de conservación o realización, siendo la mejor en cuanto a estado de conservación la ubicada en el prado de los toros.
En lo alto del Cerro, aparecen los restos de un torreón y unas construcciones de planta rectangular, que podrían responder a la estructura de una pequeña acrópolis en el interior del asentamiento, posiblemente amurallada y diferenciada de las zonas bajas, donde se asentarían las élites dominantes de este asentamiento.
Otros elementos encontrados en las zonas anexas al “Cerro de Castillejos”, son las piedras hincadas en el suelo o “Menhires”.Esta práctica era común entre los poblados Vetones, y respondía a objetivos militares, como eran la desorganización de tropas o la detención de cargas de caballería mediante la ubicación de estas barreras de piedra.
Que podemos ver
"Tumba de la princesa".
Son muchas las teorías sobre la función que cumplía este enclave, pudiendo ser un altar para sacrificios humanos (práctica desarrollada por el pueblo Vetón, constatado en el yacimiento en la localidad avileña de Ulaca), o bien, un enterramiento de una persona de alto estatus social.
"Fortín del cerro de los Castillejos".
Restos arqueológicos de época prerromana. Situados en la parte superior de una loma, que facilitaba el amurallado y defensa del cerro, de gran valor estratégico, que permitía una visualización de una amplia franja de terreno alrededor, lo que facilitaba la localización de incursiones por parte de otros pueblos.
Los pueblos Vetones eran eminentemente ganaderos y aprovecharon los numerosos recursos que les proporcionaba la dehesa de El Robledo para dicha actividad.
"Tumbas antropomórficas y Menhires".
Estos restos arqueológicos que rodean el cerro de los Castillejos, nos orientan sobre la forma de vida y las creencias del pueblo Vetón.
Los menhires se situaban en la entrada del poblado para romper la formación de los ejércitos enemigos.